Bienvenidos a nuestro blog donde hablaremos sobre dos de los trastornos alimentarios más habituales que hay hoy en día: la anorexia y la bulimia.
Testimonio de una persona anónima víctima de la anorexia
“Me levanto por la mañana,
con ojeras, no he dormido bien… Me levanto asustada, horrorizada ante la idea,
ante la posibilidad de que de noche, al no estar alerta, algún fenómeno dentro
de este cuerpo horrible en el que estoy encerrada, se haya rebelado contra mí y
haya recuperado los gramos que perdí ayer. Algunas veces tiene pasado, no entiendo
por qué ni cómo impedirlo, es como si mientras duermo quisiera gastarme una
especie de broma macabra. No encuentro manera de evitarlo, al final tendré que
dejar de dormir también.
No importa, voy corriendo
al baño y me subo a la báscula…41.200… Buf,
aún me quedan unos cuantos kilos, pero voy por buen camino. Creo que dentro de
poco ya podré enviarles a las chicas del foro una foto mía también. Aún es
sábado, pero no me apetece salir. Tengo que idear la manera de saltarme la
comida hoy y mañana y mi madre empieza a sospechar algo, porque ya hace meses
que no tengo la regla y ya sabe que no estoy embarazada. Por la semana es más
fácil, porque no están en casa, pero el fin de semana se vuelve cada vez más
complicado porque se empeñan en comer en familia. No me entienden, no entienden
lo que siento y sólo encuentro refugio en mis amigas de internet. No soy más
que una gorda a la que nadie puede querer con este aspecto, así que me
esforzaré cada vez más para conseguir estar como yo quiero. A veces hasta
parecen que se ríen de mí y comentan lo delgada que estoy, sé que lo dicen sólo
porque me quieren. Tengo que ser fuerte y seguir adelante, aunque empiezo a
sentir un cosquilleo en el estómago. Me tomo un vasito de agua a sorbitos
pequeños, porque aunque no tiene calorías también hincha el estómago y no
quiero nada dentro de mí. Más bien tiene que salir… Cojo dos magdalenas y las
escondo dentro del cartón de la leche que hay en la basura, así, si mi madre
pregunta, podré decirle que ya he desayunado. Acabo de tener una idea estupenda
para saltarme la comida….
De repente, el mundo se
desvanece y todo se vuelve oscuro. Empiezo a oír voces a lo lejos y empiezo a
abrir los ojos, estoy en una cama en lo que parece un hospital, conectada a un
montón de tubitos. Los médicos dicen que he sufrido un desmayo y un paro
cardíaco. Estoy viva de milagro”
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